Vulgaria...sí, Vulgaria
De modo que, perdida la esperanza de creerme inteligente o apasionado, me queda la menos presuntuosa de saberme sincero. Para saberme sincero he empezado estas notas, en las que castigo mi mediocridad con mi propio y objetivo testimonio. Es cierto que el mundo rebosa de vulgares, pero no de vulgares que se reconozcan como tales. Yo sí me reconozco. Por otra parte, comprendo que este orgullo absurdo no me brinda nada, como no sea un bochornoso fastidio de mí mismo. Ahora bien ¿de qué depende mi vulgaridad? ¿Con qúe, con quién debo medirla, compararla? Que la reconozca en mis acciones, en mi intenciones, en mis torpezas,no significa un encono especialmente destinado a mi carácter. Tampoco los otros -salvo inseguras excepciones- me parecen geniales. Sí, todo el mundo me parece vulgar, pero eso no prueba nada, con excepción de que mi concepto de lo excelso, de lo destacable, de lo extraordinario, no es nada vulgar, ya que lo reputo inalcanzable. ¿Entonces? Entonces nada.
Ya lo subí hace más de dos años atrás.
Pocas veces me sentí tan reconocida.
5 Comentarios:
Yo pocas veces me senti mas identificado que con el texto que leimos hace unos dias, ese texto de entrega absoluta, mendigante de amor, de total entrega.
Di-s que soy un tipo raro.
Ya llego la mujer, y con ella, la oportunidad de dormir.
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así, no
me seguís hasta acá?
hey, de que me perdi. quiero ver ese comentario.
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