jueves, marzo 15, 2007

He venido al desierto pa irme de tu amor
Que el desierto es más tierno y la espina besa mejor
He venido a este centro de la nada pa gritar
Que tú nunca mereciste lo que tanto quise dar
Que tú nunca mereciste lo que tanto quise dar

He venido al desierto pa irme de tu amor
Que el desierto es más tierno y la espina besa mejor
He venido a este centro de la nada pa gritar
Que tú nunca mereciste

He venido yo corriendo olvidándome de ti
Dame un beso pajarillo no te asustes colibrí
He venido encendida al desierto pa quemar
Porque el alma prende fuego cuando deja de amar
Porque el alma prende fuego cuando deja de amar

He venido yo corriendo olvidándome de ti
Dame un beso pajarillo y no te asustes colibrí
He venido encendida al desierto pa quemar
Porque el alma prende fuego

He venido yo corriendo olvidándome de ti
un beso pajarillo y no te asustes colibrí
He venido encendida al desierto pa quemar
Porque el alma prende fuego cuando deja de amar
Porque el alma prende fuego cuando deja de amar

He venido al desierto pa irme de tu amor
Que el desierto es más tierno y la espina besa mejor
He venido a este centro de la nada pa gritar
Que tú nunca mereciste lo que tanto quise dar

He venido yo corriendo olvidándome de ti
Dame un beso pajarillo y no te asustes colibrí
He venido encendida al desierto pa quemar
Porque el alma prende fuego

sábado, marzo 10, 2007

Si alguna vez se sintiera la tristeza como un árbol, y ese árbol creciera cual secoya, y su ancho y largo superaran el de cualquier agujero que pudiera caber no en un corazón, sino en seis mil millones, si a ese árbol ya no le alcanzara con su tamaño sobrenatural, y entonces ahora le cortaran las raíces, y su cuerpo no pudiera nutrirse, y se secaran entonces las ramas, las hojas, y la fotosíntesis ya no existiera...Si con eso no bastara y se le diera tala al árbol, desde la base, y desesperado el árbol se cayera, se tumbara, mejor dicho, y con su caída digna de big bang originador del universo aplastara todo lo que lo rodea y sintiera que hasta es él mismo el que se consume, si alguna vez se sintiera la tristeza como ese árbol, yo podría decir que hoy día, un bosque lleno de esos árboles se alberga en mi interior, somos una simbiosis: yo soy ese bosque.