martes, febrero 13, 2007

Suicidio en masa. Descansa, tranquilo, quieto. Se prepara, levemente y cobarde. Me tienen, me agarraron haciendo lo que esperaban que hiciera en el lugar apropiado. Ni siquiera preguntándome qué es todo esto. Me tienen aquí, con patas de araña atrapando mi cerebro. Suicidio en masa... o es que me agarraron justo. Me hicieron trizas contra el pavimento, me engañaron, me persiguieron caminando por callao, vuelta, dos cuadras, el celta, la mesa. Me atraparon queriendo de todo hasta arrinconarme en el lugar apropiado. Tan apropiado que no quiero salir, tan apropiado que ya no encuentro otras formas de vivir. Me agarraron creyendo que esperaba con esperanza. Me atraparon todas las palabras, me paralizaron. Me desordenaron hasta la total contradicción. O no? o si? o todavía puedo decir no? es mi respuesta favorita. Si todavía me quedan fuerzas para hacer algo, qué? qué puedo hacer? Me tienen con mis supuestas salvaciones, con la duda marcándome a cada paso. El daño me permite la felicidad del dolor. Me tienen prefiriendo dolor a una supuesta alegría. Me agarraron en invierno, con resaca, antes de las doce del mediodía, el sábado. Me tienen en la telaraña, me tienen sin querer salir, hundiéndome cada vez más abajo. Antes sabía... qué sabía? Ahora se que nada. Me tienen queriendo, obligándome a teorizar, intelectualizar, concientizar. Alguien me advierte. Es desesperación, sólo eso. Sigo todavia en el mismo sábado, a la una de la tarde, nublado, frío, sin guantes, con una cerveza en la mano. Ando calles solitarias, buscando más bares. Me tienen agarrada a mi máquina de escribir, atada a mis cosas. Me tienen como quieren. No me tengo. Me desespero. No tengo palabras, y lleno hojas y hojas de pensamientos incoherentes. Me agarraron, me dejaron, me soltaron un poco. Tal vez para que crea que puedo. ¡Qué tortura! Estoy cigarrillo tras cigarrillo, achicando ansias. Hasta que me duermo, me muero. Me desmayo, me caigo, me pego contra la pared, no puedo vomitar, no puedo vomitar... El suelo se mueve y las paredes están quietas. Al menos tengo una perspectiva, con la luz, roja, amarilla, verde. Me tienen haciéndome hablar cosas coherentes cuando en realidad mejor no digo nada. Me tienen así, me tienen vibrándome las venas de ansiedad, de sed, ansiedad por mas. Me tienen con ir más rápido hasta que no pueda parar. Me calmo. Vuelvo en soledad. Pienso automatizar algunos descansos. Pienso que si no, no hace falta que me suicide, porque me muero. Me tienen con mis escritos, y mi no hay salida, cada vez mas fácil. Me invento algunas reconciliaciones con el entorno, pero qué me importa? Todo por un trago, ahora, ya, no mañana, cuando no esté, y si estoy, ¿qué? Me tienen con mi fanzine, mi banda, mi discurso egoísta autocompasivo monotemático. Decime qué! yo no sé. Tengo que buscar continuamente las formas de sobrevivir. Vos tambien? Te pasa lo mismo? Me olvidé de vos. Me olvidé de vos. Me olvidé.