close the door and no one has to know how we are

En verdad, siempre te amé, desde el mismísimo principio. Ahora lo pienso y fue así: nunca me pasó algo así con un chico. Era emoción, excitación, dejarme seducir y seducirte. Era pasión, era deseo. Con vos fui la mejor protagonista de una porno, tu preferida, tu única. Siempre dispuesta, puta, seductora. En cualquier lugar, siempre. Me dijiste, me juraste, que en la vida te ibas a poder resistir a cualquier mujer, menos a mí. Sacaste mi egoísmo amoroso, mi ostracismo a la hora de enamorarme. No quería, rehuí muchas oportunidades, hasta que apareciste, y me sacaste todas las dudas, me hiciste dejarme. Con vos me dejé, a vos te busqué: como a vos te gusta, que a veces tome la iniciativa...pero a mí también me gusta, también me calienta que me busques, lo sabés y nos buscamos. Fui especial para vos, diferente del resto, vos para mí ya lo eras. A tu casa no dudé en ir, algo que nunca hubiera hecho antes. Pobre conflictuada, siempre atrayendo, para cerrarme luego. No era voluntario, juro que no. La psicóloga dice que tengo un poder de seducción más fuerte del que creo. No sé si es así, pero que no soy histérica, eso seguro. También dice que soy DEMASIADO íntegra, transparente, me falta una doble intención, me duermo en los valores, y me despierto cuando tengo la cabeza en el piso. Eso último lo digo yo, y sabemos que eso siempre me lo agradeciste, pero no siempre lo retribuiste.
No intento ser interesante. A hora mismo estoy haciendo un poco de exhibicionismo, no lo hago seguido, aunque no me costaría nada...pero no es lo mío. Por eso elijo los textos encubiertos, la ambigüedad.
En fin, que siempre te amé, y que para vos estoy siempre disponible. La confianza que tengo con vos, nunca la voy a tener con nadie, las cosas que te digo, que te hago, que te muestro...
El enamoramiento...las conversaciones por msn, la primera vez que nos vimos y me besaste, fue el mejor beso de mi vida, lo juro. Así me gustó: que me lo robaras, pero que se supiera que me lo ibas a robar, que fuera dulce, suave. ¡Encima estás y estabas tan bueno!
(Ah, ahora me dice un chico que tiene que reforzar el vínculo conmigo porque "soy medio compleja") Pero eso no importa, no importa más nada, más que vivir, que amar, que dar, no me quiero quedar con nada.
Aunque llegado el caso, esta sea la calma que antecede a la tormenta (nunca me gustó esa expresión, pero hoy la uso) yo quiero que se sepa eso, que yo te amo, te amé, me desviví por vos. También sufrí, sufrí mucho...muchas veces no me lo merecí. Sabés que dentro mío habita una vulnerable de mierda, una persona que se deshace con la dulzura...pero sólo con la tuya. Las demás las rechazaba. Y la necesitaba de vos, y muchas veces me la negaste. Entendí los motivos, me hice fuerte (por fuera y por dentro, pero en el centro de todo mi universo, estaba vencida) y me quedé.
Es cierto que quizás me haya rebajado (qué extraña la vida, nunca lo imaginé) aunque siempre tuve un fin: el amor. El amor que no tiene medida, como escribí en mi pieza, pero también
(y sigue:
Julián dice:
lo obvio esta mucho mas cerca de lo complejo que lo mas o menos complejo...
Julián dice:
igual mas que comlpleja, rara
Julián dice:
o por lo menos conmigo
Julián dice:
por empezar no tenes errores de ortografia, incluso le das a los acentos
Julián dice:
jaja
Julián dice:
a veces tenes como buena onda, ejemplo hoy
Julián dice:
a veces sos super cortante
Julián dice:
las cosas en las que pensas que alguna vez me contaste o que sentis, no es muy general

se ve que soy así, así me conociste, así te enamoré, así te decepcioné, así voy a morir
)
las ganas de conservarme, de equilibrar, de recibir para poder dar sin pérdidas. Te amo. Y todo lo que me diste le dio un nuevo sentido a mi vida, me la cambiaste, para siempre. Sos lo que siempre quise, aunque no me haya dado cuenta hasta ese momento. Nos cansamos de pelear, de discutir, de herirnos. Nos cansamos. Quizás ahora estamos curándonos, preparándonos para quedar sanitos de nuevo, y despedirnos sanitos también. Quizás no, y esto sea una oportunidad. El otro día te pregunté qué era lo que más te gustaba de mí: me dijiste la originalidad. Y lo que menos: el mal carácter. Yo te dije que la autenticidad, y lo que menos me gustaba: querer morirte con la tuya, aunque sea un indiscutible desacierto. Nos reconocemos, nos conocemos. Ya no somos los seres increíbles y maravillosos que creíamos. Pero los seguimos siendo también, aunque de otra manera. Hoy siento que estás más cerca mío. Te confío algo: en vos está la sentencia final, la de demostrarme cuánto me equivoqué en la vida. Te confieso algo, sos un hombre muy amable y por eso, yo, te amo.


(amable de amable, el único sentido que tendría que tener: dícese de aquel que tiene todo para ser amado)