un auto guapo va a venir por vos y nada va a cambiar
vas a vivir en el delta, en un lanchón
buscando de qué reir
Until the end
un auto guapo va a venir por vos y nada va a cambiar
Love is not love
http://www.isacrosta.com.ar
se había quedado con el 133 en nazca y josé ingenieros. yo estaba caminando para mi casa y me frena y pregunta si yo estaba recién en el colectivo. le dije que sí pensando que hablaba del 134. me dice que igualmente no va a esperar el próximo 133, así que va a ir a su casa en nazca y luis vialecaminando, y que si me molesta que me acompañe hasta la mía. venía de drago, donde hace el cbc para ingenería mecánica. él es de bolivar. sí, todos pensamos en tinelli.
es muy raro llegar de la facultad, que en la tele esté "el muro infernal" y de repente, cuando observás reconocer a dos enemigos de la infancia (de los cuales, a uno de ellos te "chapaste" hace 3 años) compitiendo por atravesar muros de telgopor.
El filósofo dice:
tengo ganas de recibir un mensaje sorpresa
-·=» «=·- FER.NET -·=» «=·- dice:
hoy sí que me siento lo más pequeñito del mundo
Volvía en el 124, después de llorar en tus brazos, después de saludarte por tu cumpleaños, después de darte mi carta (infaltable) y los beldent mentol, como aquel primer regalo que te hice el 4 de abril del 2006. Nos reímos, lloramos, tomamos un helado (siempre compartiendo, no te gusta mucho el helado, en todo caso sólo de vainilla y un poco). Nos abrazamos, nos besamos, recordamos, lloramos y volvimos a llorar. Te dije: ¿Y si no cortamos? Nos reímos, pero por no llorar. Me acompañaste a la parada, pero no a la más cercana a tu casa, te dije que quería seguir caminando con vos. ¿Todavía no me conocés? Era obvio que quería eso. Seguimos, me abrazaste en la parada, me besaste con tu boca, la mejor boca, la única que tiene el tamaño justo para la mía. Es en serio, científicamente comprobado esto que digo. Vino el colectivo, te pedí que lo pararas y ahí estaba. Volvía en el 124, con los ojos hinchados de llorar, y veo a un tipo que le pregunta algo al conductor y se vuelve a sus compañeros y les dice "Para San Blas falta". Podría haberme hecho la boluda, pero la verdad es que me paré, y les dije, "ahora para en Juan Agustín García, yo voy para San Blás, es esa (señalando la calle), ahora les digo", "Ah, bueno, señorita, gracias" Nos bajamos, caminamos hasta San Blas, los ayudo con las alturas. Era obvio, iban hasta Cuenca, al igual que yo. Nos separaban de ahí 3 cuadras, así que totalmente vacía como estaba, me volví caminando con tres hombres peruanos, contándoles que me llamo Ornella, que estudio Filosofía. Cuando me preguntaron si tenía novio, les respondí con una irónica vaguedad, a lo que entendieron que tenía, pero la verdad es que no, señores. Me dijo que me vaya a Perú, que ahí él me presentaba a un novio, que si no quería tener un novio millonario. Por adentro pensaba, si el que me presentás es tan millonario, no sé qué hacés vendiendo ropa en Cuenca y Avellaneda, pero respondí que no es la plata lo que me importa. "El dinero ahora es importante, con una carrera como Filosofía, ya sabes" "Qué bonito país el tuyo, Ornella" "No te quieres ir a Perú, Ornella?" "Qué hermosa, Ornella" Sí, repetía mucho mi nombre y trataba de demostrarme que conocía a Aristoteles y Platón, entre otras cosas.
En una página de mi diario íntimo de Garfield en el año 1996:
Cómo se hace para empezar de nuevo, si no paro de recordar...si ahora es cuando veo lo bueno; y vos como consejo me decís que piense en lo malo, para darme cuenta de que así estoy mejor. Ahora es cuando me doy cuenta de que en verdad me querías, pero estaba preocupada fijándome en lo faltante y vos fijándote en mis sobrantes y así nos fuimos metiendo en una vorágine de mierda que lo único que hizo fue desgastarnos.